Plaia

Guilherme De Brito / Tomás Franco

Entre tus manos se está construyendo. Cada vez que abras este libro, esa construcción va a ir cambiando.

Como un teorema o como un recuerdo, Plaia nos muestra hasta qué punto la realidad se escapa. No hay mapa posible, el territorio siempre introduce un desacuerdo. Ese cambio es la única constante. O su corolario: cada vez que abras el libro, tu mapa mental será otro y tu forma de entender el territorio, también.

La lógica austera que motoriza la escritura de Guilherme, reforzada por el croquis que delinea Tomás a su alrededor, nos recuerda a Latinoamérica. A una condición entre la comunidad y lo subjetivo, entre lo público y lo íntimo, entre el trabajo y el chisme, entre lo político y lo lingüístico. Una tradición se alinea detrás de las dualidades de este libro que destruye todo para, así, volver a construirlo más arriba.

Juan Abadi

AGOTADO

Fragmento

batear los escombros

Acá en el lugar es bastante común la práctica de batear en los escombros. Por eso, no es raro ver familias, hombres, niñas con grandes sombreros bateando bajo el sol. Los sombreros por el sol. Pasan toda la tarde.

Es que en medio de la arena que queda, en medio de los escombros de lo que un día fue una casa, quedan las memorias. Que no son los recuerdos, esos se pegan en los escombros.

Y si haces un proceso bien, bien fino, podés separar la arena de la memoria. Y quedarte con las memorias. Suelen hacerlo las familias, los hombres, las niñas que antes vivían en esas casas que ahora son escombros. O viudos también. Por ahí encuentran una memoria de una cena que se les había olvidado, de un disfraz olvidado, una fecha olvidada. A veces encontraban memorias feas que hubiera sido mejor olvidar. Pero pasaban toda la tarde. A veces era necesario visitar el pasado para sentir el presente.

Guilherme De Brito | (1996) Brasilero pero vive en la Argentina hace un par de años. Fan de la milanesa y hincha de Corinthians. A veces en la orilla y a veces en el fondo. ¿Qué más quieren saber?

Tomás L. Franco | (1989) Desde temprano encontró en el dibujo y las artes visuales un modo de volcar su imaginación y contar historias. Los martes le gusta comer sánguche de salame y queso. Actualmente se encuentra en varios proyectos de ilustración, diseño gráfico y muralismo.